Muchas personas con buenos deseos de ayudar a los demás son los que se acercan a los cursos desde esa intención pero sin la conciencia de sí mismos y sus necesidades. Y es a partir de aquí -y desde este primer encuentro consigo mismos- cuando se abren las puertas a grandes posibilidades de cambio y evolución.
Reiki no es sólo una técnica, es un Camino de auto-realización porque sólo desde la auto-realización podemos, en primer lugar, sanarnos a nosotros mismos para luego poder ayudar a los demás.
Las buenas intenciones; el deseo de ayudar a los demás, está muy bien. Pero debemos empezar por nosotros mismos y, aunque no lo creamos, ahí hay mucho por hacer.
Para lograr ser un Canal de la energía cósmica sanadora hay que seguir todo un proceso de purificación y equilibrio de nuestros centros energéticos (chakras). Por esta razón, en Reiki, se divide en tres niveles este proceso que puede llevar tres años hasta alcanzar el tercer nivel que es el del maestro interior.
Si realmente existe la intención y deseo sincero en el corazón de seguir esta disciplina, surgirá en el camino la facilidad para conseguirlo.
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