Hay personas que nacen con el don y la sensibilidad para sanar a otros. Desde el REIKI aprendemos que, en primer lugar, existe una forma para aprender a sanarnos a nosotros mismos; ser receptores de esta energía cósmica y luego irradiarlo a los demás.
Es primordial, pasar por un proceso de limpieza a todos los niveles con uno mismo para no caer en el grave error de sanar a los demás desde nuestro ego y no sepamos protegernos, contrayendo el malestar o enfermedad del otro.
Con REIKI aprendemos a ser Canal de la energía del Amor Incondicional que es la energía sanadora. Para ello hay un requisito y se trata de la transmisión de energía cósmica que pasa del maestro al alumno en la iniciación.
Existe una enseñanza y una transmisión de energía en el REIKI. Y esto se hace de forma presencial y oral.
Si deseas aprender aparecerá el maestro/a. Pero todo ocurre desde el corazón; la sinceridad, la pureza de intención.
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